domingo, 9 de abril de 2017

ACTIVIDAD 1 LITERATURA INFANTIL CORREGIDA: LIBROS INFANTILES DE AUTOR. ANÁLISIS Y SELECCIÓN




Título: Tú y yo, Osito.
Autor: Martin Waddell.
Ilustrador: Bárbara Firth.
Traducción: Esther Rubio Muñoz.
Editorial: Kókinos, Madrid, España 1996.
Páginas: 36.
Soporte: Papel, tapa dura.
Edad recomendada: De 0 a 5 años.


Nada más acercarme a la mesa donde estaban los libros que trajo nuestra profesora Irune, vi este libro que de primeras me entró por los ojos. Pues decidí cogerlo en un primer momento porque me recuerda a mi obsesión por los osos que aparecían en los cuentos. Más bien era obsesión por los Teddy Bears (Winnie The Pooh entre ellos), muy estereotipados por cierto.

Aunque la editorial recomienda este libro entre los 0 y los 5 años, yo lo contaría a partir de los 3 años. Más concretamente en la edad de los 3 a 4 años. La razón es muy sencilla, pero la contaré cuando llegue a ese punto.


  El autor de este libro es Martin Waddellnació en Belfast 10 de abril de 1941 y pasó su infancia en Newcastle, County Down, Irlanda del Norte. Su primer libro es una novela de suspense para adultos: “Otley” (1966). Además de escribir para adultos, se dedicó a escribir tanto para niños pequeños como para adolescentes. El primer libro para niños fue: “In a Blue Velvet Dress” (“Un vestido de terciopelo azul”), que se publicó en 1972 en Londres. 

  Durante los treinta años en que escribió para niños ha publicado más de 150 libros. Sus temas abordan los intereses infantiles en las distintas etapas que los niños pasan. Muchas de sus novelas para jóvenes están enmarcadas "en los conflictos de Irlanda del Norte", según destaca la presentación para el Premio Andersen. Sus novelas y libros se han traducido a varios idiomas. Sus obras han recibido numerosas distinciones en EE.UU., el Reino Unido, Francia, Austria y Bélgica. Entre ellas se incluyen: Smarties Book Prize, la Medalla Kate Greenaway y el Premio Mother Goose. En 2004 le fue concedido el Premio Hans Christian Andersen.

  Lo que primero que se ve en un libro es la portada, vamos a describirla. Cabe destacar que existe una edición más moderna del año 2015, de la misma ilustradora, Bárbara Firth. Ha dibujado todas las ediciones de esta serie de libros que tienen como protagonista a Little Bear (Oso Pequeño). Se asemeja al estilo de Anita Jeram, la cual ha ilustrado libros como “Adivina cuanto te quiero” de Sam MacBratney. Usan colores pastel que crean suavidad y no son agresivos ni saturados. Los dibujos pueden parecer cargados por distintos objetos, plantas… pero están muy bien cuidados. Llama la atención la forma tan dulce con la que refleja la ilustradora la inocencia de Oso Pequeño (un niño pequeño). Igual que me atrajo a mí en un primer momento, a un niño también puede hacerlo. Además se verán reflejados en el Oso Pequeño, al igual que verán a su figura adulta más cercana reflejada en el Oso Grande. El adulto será aquel que gracias a que lo lee o narra, le pone voz a las palabras y da sentido a las imágenes del cuento. No existen estereotipos en las ilustraciones, pues muestran lo más realista posible cómo es un oso. Obviamente, un oso no realiza las cosas que hacen esos dos osos, es una buena forma de que todo el mundo tiene que ayudarse y dar muestras de amor y cariño a sus personas cercanas.

 La editorial Kókinos suele usar la tapa dura para sus libros, pues son muy prácticos tanto para los maestros y padres, como para los niños que a esas edades les encanta curiosear. Las hojas igual que la cubierta son de material resistente a las arrugas que se puedan hacer al pasar las páginas.

El título es llamativo “Tú y yo, Osito”. Es tierno e intenta causar en el niño una sensación de que está acompañado. La tipografía que podemos encontrar es de un tamaño grande y que se ve claro. Fácil de ver, tanto la letra como las imágenes,  a una cierta distancia para los niños mientras otra persona les cuenta el cuento. El lenguaje es fácil de entender para los niños, pues el Oso Pequeño habla igual que hablan ellos. Por lo que responde al lenguaje infantil, pues no se usan palabras complicadas. Se repite durante todo el libro  “Oso Pequeño” y “Oso Grande”,  que hace que todo el cuento gire en torno a estos dos personajes, viendo la relación existente entre ellos: amorosa, amistosa, familiar y con una serie de responsabilidades. El argumento de este libro juega un papel importante en la imaginación del niño y de cómo va a verse reflejado en el personaje de Oso Pequeño.

Al leer el cuento, podemos observar que existen dos temas que se diferencian claramente:

  • La vida familiar.
  • El juego, la infancia.

  La vida familiar se ve reflejada desde el principio del cuento, dónde ambos dos osos se acompañan, aunque Oso Pequeño tiene otras intenciones: ayuda a Oso Grande con sus tareas para no sentirse solo y para ayudarle con las tareas del hogar. Pero siempre que terminan una tarea, Oso Pequeño dice: “Ahora podemos jugar”. Pero Oso Grande siempre tiene que hacer algo o está cansado de hacer tantas tareas.


El niño se siente identificado con Oso pequeño porque siempre busca en su figura más cercana atención, aunque no siempre la consigue. Es así porque el adulto trabaja, realiza tareas del hogar, tiene responsabilidades. Oso pequeño (el niño) le reclama tiempo al adulto llamándole la atención, pues le busca para jugar. Un niño necesita al adulto y le va a buscar haciendo lo que sea posible para llamar su atención. Oso pequeño quiere ser como Oso grande.

Como ya he comentado anteriormente, considero que este libro está adecuado para una edad entre 3 a 5 años, concretando más aun entre los 3 y los 4 años. La razón es porque el niño es egoísta. Solo mira por sí mismo. Quiere jugar todo el rato, que todo el mundo le reste atención, ser el centro del mundo y más aun de su figura de apego. Los niños a esta edad no comprenden que los adultos tienen otra vida a parte de ellos. No todo tiene que ser blanco o negro, puede ser gris. Es decir, no pasar la mayoría del tiempo con ellos o sin ellos. Hay que buscar un punto intermedio. Esto los niños no lo entienden, por eso este cuento les puede hacer pensar acerca de lo que puede hacer Oso Pequeño cuando Oso Grande no le puede atender. Son impacientes y lo quieren todo en el momento. Por ejemplo, en el Oso Pequeño llega a despertar al Oso Grande (lo hacen muy a menudo los niños).

Piaget explica en su teoría de la etapa preoperacional que está centrada entre los 2 y los 7 años, que los esquemas de acción interna y simbólica que tiene un niño no los manifiestan a través de la realidad y de los sentidos, sino que  lo hacen mentalmente evocando aquello que no pueden ver, tocar, oler, sentir u oír. Esta etapa de transición hacia el pensamiento lógico o la etapa operacional.   A esta edad todavía los niños no pueden ver el punto de vista de las otras personas pues tienen un pensamiento egocéntrico y no pueden conclusiones lógicas.

El otro tema que destaca, aunque es más secundario, es el juego. El juego a los niños les encanta y lo disfrutan durante su día a día, su rutina. No les importa jugar solos o acompañados, esto también depende de cada niño claro. En el caso del libro, Oso Pequeño quiere jugar acompañado de Oso Grande, porque le parece aburrido jugar solo durante mucho rato. Los niños que lean o que les lean el cuento se van a sentir identificados con Oso Pequeño, pues le gusta mucho jugar y busca siempre a su figura principal. Todo niño quiere que su adulto de referencia les haga caso, le reclaman e intentan que esté la mayor parte del tiempo con él, además de intentar parecerse al adulto.


La estructura que sigue el libro es sencilla, adecuada y fácil para los niños de 3 a 4 años, ya que el argumento se va desarrollando de forma que les sea fácil de entender sin que surja algún problema de comprensión. Se divide en:

  • Introducción.
  • Nudo.
  • Desenlace.

  La introducción nos explica que son dos osos, cómo se encuentran, dónde (las características del lugar), y lo que tienen que hacer. En este caso, hay dos osos: Oso Pequeño y Oso Grande. Estos van a por leña, a por agua…).

  En el nudo están las anécdotas y actividades que hacen tanto juntos como por separado. Aquí podemos observar la acción que hace que la historia tenga un desarrollo.

el desenlace, cómo termina el día. En él se explica las consecuencias del nudo y describe la situación final de los personajes de la historia, en este caso los personajes recuerdan todo lo que han hecho juntos de camino a casa, siendo la última frase: “Ha sido maravilloso, Oso Grande, tú y yo, jugando juntos!”



Durante todo el análisis he hablado sobre los dos personajes, pero aquí voy a hacer más hincapié. Nos encontramos únicamente a Oso Pequeño y Oso Grande. Oso pequeño es un niño, que tiene las mismas características que el mismo: quiere jugar con la figura de referencia pero que está ocupado con las tareas del hogar, es impaciente (algo muy común en todas las familias). Suele jugar solo, pero no significa que no se disfrute jugando solo. Los niños de 3, 4 años, e incluso más mayores, no juegan con sus compañeros, sino con los adultos o ellos solos. La mayoría de las veces lo que ocurre es que suele jugar solo, a no ser que un adulto quiera jugar con él. En este caso, Oso Pequeño, se comporta y piensa igual que un niño de 3 años. Oso Grande es la figura de referencia, el adulto, donde los niños van a buscar su apoyo.

¿Qué valores podemos encontrar en este libro? En un primer lugar, los aspectos positivos que yo destacaría:


  • El comportamiento que tiene Oso Pequeño, no es desobediente y respeta a Oso Grande. La obediencia forma parte del aprendizaje del control y regulación de la conducta, de la asimilación de las reglas, primero haciendo las cosas como el adulto le dice, para agradarle y ganarse su aprobación y elogio. A continuación, si el niño es debidamente estimulado por el adulto, por propio deseo, aprendiendo a controlar su conducta y cumplir las reglas de manera consciente, ya no para agradar a nadie sino por la satisfacción que esto le produzca. Aunque el aprender a obedecer parece un valor a inculcar solamente a los niños, toda persona puede, y debe, procurar su desarrollo, no importa la edad. Se han de inculcar unas normas claras de convivencia, darles a entender lo que el adulto quiere, el por qué y el valor de cada norma, la satisfacción que se da al obedecer… Sobre todo la persona de referencia debe darle su aprobación cuando el niño es obediente.


  • Es juguetón, cariñoso y familiar. La familia dirige los procesos fundamentales del desarrollo psíquico y la organización de la vida afectiva y emotiva del niño. ejerce la primera y mas indeleble influencia sobre el niño. El niño forma sus primeras relaciones dentro del seno familiar, estructura su personalidad, se siente protegido y seguro; aunque en ocasiones también se pueden generar angustias e inseguridades. Si se satisfacen las necesidades esenciales del niño en su infancia, si ha crecido en un clima de libertad, de autonomía y de amor, sin continuas represiones, entonces siente que también el mundo que le rodea merece confianza y puede ser afrontado con seguridad.

No aparece ningún contravalor. Igualmente esa palabra no sería la más indicada para tratar en libros infantiles. Yo usaría más bien “actitud negativa”. En este caso podríamos decir que Oso Pequeño tiene una actitud negativa a la hora de ayudar en casa, pues prefiere jugar. Es lógico que Oso Pequeño (niño) quiera jugar, pues es pequeño, egocéntrico, no son conscientes de las responsabilidades que tienen los adultos. A pesar de que Oso Grande está cansado porque ha trabajado mucho, Oso Pequeño va a despertarle para jugar. No solo Oso Pequeño tiene una actitud negativa, Oso Grande la tiene al anteponer las tareas del hogar a jugar con Oso Pequeño. A pesar de ser una “actitud negativa”, es lo normal en la vida diaria de las personas, no se tiene tiempo para todo. Aunque siempre hay que hacer un hueco para atender a la familia.



En el aula, “Tú y yo, Osito”, puede transmitir todos aquellos valores que ya he citado anteriormente. El recuerdo de mi amor hacia los animales viendo las ilustraciones de Bárbara Firth. Si nosotros y nosotras como futuros maestros y maestras ponemos un poco de magia a la hora de contar cuentos, los niños y las niñas podrán motivarse a través de la lectura y desarrollar sentimientos y emociones. Se pueden realizar actividades posteriormente. Por ejemplo, preguntar sobre si ayudan en casa, si sus padres juegan con ellos, si les gusta jugar solos o acompañados, etc.

  Como conclusión a este post, me gustaría dar mi opinión. El juego en los niños pequeños es un mundo aparte. A pesar de no tener tiempo por las distintas responsabilidades que un adulto tenga, se ha de sacar tiempo para poder jugar con ellos, enseñarles, aprender de ellos incluso. Uno nunca deja de divertirse tenga la edad que tenga. El juego se pierde con la edad y a mí siempre me ha gustado volver a estar con niños para revivir mi niña interior. Cantar, leer, contar cuentos, jugar a ser profesora, jugar a los animales… La esencia que se tiene cuando eres pequeño es única y no se debería de perder nunca. Seguir imaginando y alimentando el alma con cuentos que te encienden el corazón con ternura.