martes, 16 de mayo de 2017

ACTIVIDAD 3 LITERATURA INFANTIL: LA HORA DEL CUENTO


INTRODUCCIÓN

Mi elección fue el cuentacuentos, es una estrategia que fomenta la imaginación de los niños y de las niñas a los que les estamos narrando una historia. Existen además otras dos estrategias: la lectura y la narración. Aun habiendo elegido el cuentacuentos, me parece la estrategia más compleja para realizar. Sin embargo, como ya he dicho, hace volar la imaginación. Todo el mundo reconoce la importancia de la imaginación en la educación (…). Alguien dirá que no cabe duda de que Piaget desarrolló su teoría a partir del estudio del juego, los sueños y otros muchos aspectos de la actividad infantil que guardan una íntima relación con la imaginación. Es decir, este tipo de narración les permitirá crear su propia imagen mental de lo que está ocurriendo en la historia. Tenemos la sensación de que en las estructuras del cuento, el niño contempla las estructuras de su propia imaginación y que al mismo tiempo va construyéndolas, como instrumento indispensable para el conocimiento y dominio de lo real. (Gianni Rodar).

Esta estrategia permite cambiar la estructura, las palabras, etc., del cuento, pues cada vez que se cuenta existen variantes (alargando el cuento, modificando su lenguaje…). Es imposible aprenderse un cuento con pelos y señales, pero no se debe cambiar el hilo de la historia. Este viejo arte sigue siendo, aún hoy en la era tecnológica por excelencia, el medio más directo para aproximar al niño a la obra literaria. En la historia aparecerán onomatopeyas, repeticiones y expresiones de lengua oral, hace que los cuentos folclóricos constituyan una excelente materia narrativa.

Para ello, la hora del cuento es, para ellos una hora mágica y los libros que los mayores tienen en sus manos y les enseñan, un misterio. La narración enriquece la imaginación de los niños. Bajo la magia de la palabra construyen en sus mentes la escena descrita y la ven con los ojos de la imaginación.

El cuento elegido es “Hänsel y Gretel” de los Hermanos Grimm, un cuento folclórico que desde siempre me ha gustado. Es un cuento que conoce todo el mundo prácticamente, y existen bastantes versiones del mismo, pero sinceramente yo me quedo con el original. En mi casa, cuando era pequeña tenía tres de distintas versiones. Pero estaba en la estantería de mi habitación el de los Hermanos Grimm, que era de mi madre. Sin embargo, cuando lo volví a leer para la adaptación, no me acordaba de las variaciones con los que nos contaban de pequeños en el colegio. Variaciones en este caso me refiero al recorte que sufre el cuento y los sinónimos (guijarros=piedrecillas).

La edad más indicada para este cuento es de 6-7 años, pues no creo que los niños de infantil sean conscientes de lo que es la venganza y la importancia de no ser vengativos, además del abandono por parte de los padres. Gretel se venga de la anciana arrojándola al fuego y asesinándola. Este comportamiento no me parece apropiado para ningún alumno, pero para los de primaria se puede explicar que no se debe imitar el comportamiento de venganza. En infantil hay que trabajar situaciones que impidan la venganza y la represalia personal y no recurra a ellas para la resolución de los conflictos (…). La  rabia puede estar influenciada por la memoria se puede mostrar como hostilidad, ofensa, agravio, ultraje, injuria y puede tener sensación de querer buscar la venganza y la represalia. Hemos de cuidar la burla, la mofa, el prejuicio, la injusticia y la insensibilidad. 



PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD

Como la edad es de 6-7 años, no me hacía falta adaptar el cuento a excepción de lo que contase el momento que cambiaría cada vez. Comencé a practicar el cuento en casa, leyéndolo una y otra vez. Al ser muy largo, lo dividí en partes: introducción, nudo y desenlace. Así fui practicando hasta que apareció mi madre en casa y al igual que hago cuando estudio, le iba persiguiendo por la casa contándole el cuento. Al principio le gustó, pero finalmente se cansó de mí. Así que decidí ir al espejo y contármelo a mí misma. Me hubiese gustado contárselo a un niño o una niña pero no tuve la oportunidad.

Al principio intenté crear varias voces, pero sabía que me iba a salir mal por la poca experiencia. Por ello, acabé siendo lineal para no confundir ni al público ni a mí. Mi intención era contar el cuento entero pero me di cuenta que era imposible, entonces decidí que me centraría en los momentos más relevantes y dejar los detalles más irrelevantes en segundo plano. Finalmente me sentí cómoda en casa, solo quedaba realizar la actividad ante mis compañeras.

Había pensado en introducir preguntas al final del cuento a los niños y a las niñas que estarían sentados en forma de “u” para que pudiesen verme gesticular bien:
  • ¿Qué es lo que más os ha gustado del cuento?
  • ¿Cómo os sentiríais si fueseis Hänsel y Gretel?
  • ¿Cómo creéis que se han portado los padres?
  • ¿Alguna vez habéis visto una casa hecha de dulces? ¿Os la comeríais?
  • ¿Qué creéis que es la venganza?

A raíz de estas preguntas se realiza una reflexión en grupo sobre los siguientes temas, haciendo hincapié en la venganza. Nos pueden contar las experiencias personales, si han tenido algún deseo de venganza, comportamiento impulsivo, etc.



DESARROLLO DE LA ACTIVIDAD

El día que teníamos que realizar la actividad la verdad es que estaba bastante nerviosa. A pesar de haberme leído el cuento muchas veces para no saltarme detalles, seguía sin sabérmelo cien por cien (totalmente normal). Pero cabezota yo por intentar decirlo tal como estaba, pues eso me sirvió para darme cuenta que tenía que dejar que fluyesen mis palabras. Por eso, la primera vez que lo conté me salió un poco mal, para que engañarme. Mi grupo inicial eran Rebeca Paniagua y Nuria Vallejo, quienes me evaluaron en un primer lugar:
  • No es el típico cuento, como por ejemplo de Disney.
  • Exagerar más las voces.
  • Muletillas "entonces" o "eh" que repetía mucho.
  • No entrar en tantos detalles, pues se hace un poco pesado.
  • Relajarme y no intentar decir todo al pie de la letra.

A continuación, Paloma López fue mi oyente (no encontramos a un compañero/a que leyese su cuento). Me sentí muy cómoda con ella, pues tenemos complicidad y me abrí bastante. Aplicando los consejos de mis primeras compañeras, esta vez lo hice bastante mejor a mi parecer, y Paloma me comentó:
  • Buena gesticulación y entonación.
  • En ocasiones hablaba muy rápido y en otras ocasiones más lento. por lo que me surgió que estableciera un tono medio.
  • El cuento tiene dos rimas, pues en un momento se me olvidó una y la miré en un papel donde las tenía apuntadas.

Por último, Verónica Simancas escuchó mi cuento (no había disponible ningún compañero/a que narrase su cuento) y le gustó bastante. A pesar de no ser muy cercana a Verónica, sentí en ella la atención e interés que necesitaba para relajarme. Me comentó lo siguiente:
  • Muy buena entonación y gesticulación.
  • Conté la historia, con detalle, sin ser un resumen.
  • Voces lineales que se agradecen para no confundir personajes.




AUTOEVALUACIÓN

En el apartado anterior he comentado que me puse bastante nerviosa, y sí es un punto que siempre me preocupa. No me gusta hablar en público y menos sin un apoyo (cuento físico en este caso). A pesar de ello, la actividad me ha parecido de lo más enriquecedora: me ha ayudado a superar el miedo a contar un cuento a un adulto, pues a mis primos sí que lo suelo hacer. A medida que fui cambiando de grupo note mejoría y comodidad. Mis compañeras me han ayudado a ver mis puntos fuertes y débiles, pudiendo así aplicarlos a las siguientes prácticas. Un problema que tengo son las muletillas, digo demasiadas y tengo que mejorar ese aspecto. Hay que aprender de nuestros errores y no quedarse anclado. A pesar de esto, no me esperaba que me fuese a ir también, me voy con una agradable sensación.


CONCLUSIÓN

La actividad en un primer momento me pareció bastante complicada, y creo que no soy la única en pensarlo. Pero me equivocaba. No tardé en elegir el cuento de “Hänsel y Gretel”, pues me encantaba de pequeña y leerlo y contarlo me ha sido gratificante. El verdadero problema en esta actividad para mí ha sido aprendérmelo, debido a que mi intención era sabérmelo entero, pero error. Hay que enfrentarse a nuestros miedos, y sí intimida contarlo a otros compañeros, pero en un futuro lo haremos delante de profesores, padres y niños.

De las tres técnicas, me decanto por el cuentacuentos. Me parece muy divertida e imaginativa, sin guiones. Tendré en cuenta todo lo aprendido gracias a esta actividad para aplicarlo en mi futuro docente.

BIBLIOGRAFÍA

Kieran Egan (1999) Fantasía e imaginación, su poder en la enseñanza primaria: una alternativa a la enseñanza y el aprendizaje en la educación infantil y primaria.
Labajo, I. (2017) Literatura Infantil_teoría.

5 comentarios:

  1. Hola Irene.
    Creo que has sido valiente y decidida al elegir, un cuento relativamente extenso para hacer cuentacuentos, ya que supone improvisar y retener las partes fundamentales del cuento; y es verdad que a veces los nervios nos juegan malas pasadas, como cuando se nos olvidan partes o nos confundimos.
    Creo que has elegido bien el rango de edad, y te felicito por el desarrollo y el tiempo que le has dedicado a la práctica y al ensayo del cuentacuentos.
    Sigue así.
    Un beso.

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  2. ¡Hola Irene! Enhorabuena por tu trabajo, se nota que le has dedicado tiempo y ganas.
    En cuanto a la edad que has seleccionado para el cuento, pienso que es adecuada, pero que si que se podría leer a niños de infantil haciendo una serie de adaptaciones: Omitiendo la razón por la que los niños se van de casa, por ejemplo que se pierden por el bosque de camino a su casa.

    Me parece un recurso muy útil cuando al ensayar fuiste al espejo y lo practicaste, de esta manera puedes darte cuenta tu misma de tus fallos, como gesticulas, entonas y las expresiones de tu cara.

    He de felicitarte por haber realizado la actividad con la estrategia de cuentacuentos, a mi parecer es la más complicada, por el hecho de memorizar una historia y no tener un papel que te apoye. Como consejo contarlo con tus propias palabras, sin tener las palabras medidas porque si no yo creo que te pones más nerviosa, además que al ser un texto folclórico no importa que las tres veces que lo has tenido que contar te salga de manera diferente, o que en una se te haya olvidado una rima.

    Finalmente, me ha gustado mucho tu autoevaluación y tu conclusión Irene. Una vez más enhorabuena.

    Un saludo.

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